De camino a nuestro destino marítimo haremos una interesante parada para visitar esta curiosidad espeleológica a la vez que nos nutrimos con la rica gastronomía alicantina o con nuestra cesta viajera. Se trata de la Cueva de las Calaveras. Esta cueva debe su nombre a que en una expedición espeleóloga realizada en el siglo XVII fueron hallados restos de doce personas.
Tiene dos zonas. Una inundada, que ocupa desde una distancia de 240 metros hasta el final, y una seca, que está habilitada para actividades turísticas. El agua de la zona inundada es aprovechada para riego mediante un túnel artificial.
Distintas expediciones, como la de Henri Breuil, han producido hallazgos de restos arqueológicos como útiles de sílex provenientes de los períodos paleolítico medio y paleolítico superior. Podremos ver algunas estalactitas y estalagmitas en bastantes buenas condiciones aunque es cierto que muchas de ellas se han roto. Una de las estalactitas más famosas es La Campana que tiene una forma y dimensiones curiosas y que cuando es golpeada produce un sonido extraño parecido a un timbre.
Cuenta la leyenda que cuando se supo que el Cid Campeador se disponía a eliminar a los moriscos de España, el Rey Ahli Moho dada su situación de peligro corrió en busca de un refugio seguro. En su búsqueda encontraron la que ya conocemos como Cueva de las Calaveras. El Rey se instaló en ella junto a sus 150 mujeres enjoyadas. Sin embargo, la historia acabó en tragedia, pues quedaron atrapados y todos perecieron.
Entre las Bahías de Benidorm y Alfaz del Pi, el parque natural de la Sierra Gelada abarca 6 kilómetros de litoral, dando lugar a unos impresionantes acantilados y una de las dunas fósiles mas altas e Europa. En el extremo norte del parque natural, en la Punta Bombarda, se ubica el Faro del Albir, que desde 1893 es fiel referencia para los navegantes. Un agradable paseo donde disfutaremos de una preciosas vistas de la Bahía de Altea, la Sierra de Bernia y la propia Serra Gelada.
El origen de l’Alfàs del Pi está íntimamente ligado con la agricultura y con la cultura del agua. Alfases un topónimo de origen árabe que significa tierra fértil o tierra cultivada. A mediados del siglo XVI nuestra población era una pequeña aldea dependiente de la baronía de Polop yse llamaba Alfàs de Polop. En esas fechas, la baronesa Beatriz Fajardo de Mendoza inicia la construcción de un sistema de riego, el Reg Major de l’Alfàs, con el fin de aumentar la riqueza agrícola de sus tierras.
El Parque Natural de La Serra Gelada y su entorno litoral es uno de los más singulares de la Comunitat Valenciana al ser primer parque marítimo terrestre de esta comunidad. Cuenta con una superficie total protegida de 5.564 ha. (de ellas, 4.920 ha corresponden al medio mari- no) y dentro de sus aguas podemos encontrar algunos de los zonas submarinas más interesan- tes y sorprendentes de todo el Mediterráneo peninsular, destacando las extensas praderas de la fanerógama marina protegida conocida local- mente como Alguers (Posidonia oceanica) y fon- dos rocosos, como los de La Llosa con una excepcional diversidad biológica.
Los sorprendentes acantilados de Benitatxell que vamos a visitar se extienden entre las calas del Moraig y del Llebeig, con más de 1,5 kilómetros de paredes rocosas cuya cúspide supera, en varios puntos, los 150 metros de altitud sobre el nivel del mar.
La ruta de los acantilados de Benitatxell permite conocer diferentes cuevas, utilizadas antaño como refugio de pescadores, en un sorprendente entorno natural frente al mar Mediterráneo.
A los pies del Macizo del Puig Llorença, entre acantilados e impresionantes formaciones geológicas, se encuentra esta recoleta cala de grava y aguas transparentes. El excepcional enclave y el color de sus aguas recrean un paisaje paradisíaco y le brindan un encanto único. La calidad de las aguas, el entorno y los servicios ofrecidos han sido avalados por la certificación de la Bandera Azul y la mención especial al servicio de salvamento y socorrismo por la Fundación Adeac (2014). Además de su atractivo para el baño, junto a ella se encuentran impresionantes formaciones geológicas como la Falla del Moraig y la Cova dels Arcs, una bellísima cueva acuática que es la salida al mar de un río subterráneo. Un tesoro para los amantes del submarinismo.
La Cova dels Arcs cuenta con tres arcos a través de los cuales entra el agua. Es una zona visitable, pero hay que extremar las precauciones porque las rocas resbalan. En su interior hay galerías por las que se adentran submarinistas expertos.
La historia de Cala Llebeig está salpicada por historias de piratas y contrabandistas, de pescadores, y de agricultores y ganaderos. Entre el siglo XV y el XVIII, la costa mediterránea era frecuentada por corsarios, piratas, y todo tipo de contrabandistas, de hecho, la franja de costa alicantina la encontramos llena de torres defensivas, como el Castell de la Granadella, o la Torre de l `Aguilò.
Pero la Cala Llebeig, por su ubicación entre acantilados, y lo escondida que quedaba, era frecuente escondite para barcos piratas y de contrabandistas, habiendo registros que indican que ya durante el siglo XVIII se enviaban soldados en busca de esos piratas.
Durante el siglo XIX, la cala se convirtió en refugio de pescadores, que construían sus casetas, para guardar sus aperos, e incluso para dormir, y de contrabandistas, por ello, se construyó un puesto de Carabineros, para el control de aquellos que intentaban traficar con mercancías.
El Cap d’Or es también conocido como Punta de Moraira y se encuentra al este del pequeño núcleo urbano de Moraira, el cual forma municipio junto a Teulada. Esta pequeña lengua rocosa no supera el kilómetro de longitud, y alcanza los 166 metros de altitud sobre el mar Mediterráneo, con la Torre del Cap d’Or coronando la gran roca.
Al menos desde el Paleolítico, los humanos se asentaron o dejaron evidencias de su paso en el Cap d’Or, tal como atestiguan los hallazgos de la cueva de les Cendres (las Cenizas).
Cueva de las Cenizas El yacimiento más antiguo, y sin duda el más importante, no sólo de Teulada, sino de los más antiguos de todo el Mediterráneo es la Cova de la Cendra. Situado en una de las laderas del Cap d'Or presenta una gran riqueza de estratos que se remontan al Paleolítico Superior, entre los 15.000 y 20.000 años adC.
Más tarde, los íberos también dejaron su huella en la citada cueva, en otra gruta denominada de les Rates y en la parte alta del Cap d’Or, donde habrían construido un asentamiento, del cual aún se observan algunos vestigios de muros. Por si fuera poco, en el entorno también se hallaron vestigios de origen fenicio.
1ª Señal: 59€ (49€ Socios); 2ª Señal: 100€ (1 Noviembre); Resto: 100€ el día de salida.
Hasta 19 Septiembre: 259€ (Socios 249€)
Hasta 6 Octubre: 269€ (Socios 259€)
Hasta 6 Noviembre: 279€ (Socios 269€)
PRECIO: 299€ (Socios 289€)
Ya somos 9 - ¡Últimas 31 plazas!
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